Fluye la sangre, furiosa y roja
donde los ríos antes acostumbraban a viajar,
Ahora huele a lágrimas y a húmeda polvora
Se silencian gritos, aprisionada la Libertad
Brotan los cuerpos en vez de las rosas
Sufren los niños y mueren las madres
Lucha la Paz por mantenerse con vida
No difieren en forma las mañanas de las tardes
Se medica el Amor contra instintos suicidas
Se suceden tumbas, inevitables
Se alimenta el Hambre con gula de la Felicidad
Aprovecha la Tristeza y bebe las calles, donde
las sonrisas no encuentran su lugar
mientras los inocentes en sus casas se esconden
Donde no hay tiempo ni para rezar
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