Viejo como para pararse a pensar al actuar
Joven para hablar de dolor con lo ya vivido
Loco, por seguir creyendo en el amor
Asiduo cliente del bar El Olvido
Las barbas cuentan los días,
Y los años, las historias
Eterno luchador por causas perdidas
que le aconsejaban que no volviera a soñar
Sobrevive con sal en las heridas
de las que no sangran, de las que duelen mucho más
Tus miradas, su alegría
Tus sonrisas, victorias
Traficante de besos con poca importancia
Priorizando lo trivial , lo importante luego
Buscando en las esquinas sucias algo de magia
Realmente adicto sólo al roce de tu cuerpo
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