lunes, 11 de julio de 2011

¿Dónde estás?

Hoy te maldigo por robarme
lo poco de fe y corazón
que, por divina asignación
te dignaste a regalarme.

Rogaré tu perdón
con lágrimas en los ojos
cuando, cubierto mi enojo
tenga donde agarrarme.

Si existes y tomas parte,
si ocupas todo lugar,
si nunca llegas tarde...
Ahora, ¿Dónde estás?

Únicamente has conseguido demostrar
que, más allá del bien y del mal
lo que puedes llegar a fulminar
es, sin duda, la felicidad.

Y después de todo... hay que darte las gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario